martes, 25 de octubre de 2011
Leer y escribir al margen de la ley
Al escuchar la exposición de Cassany, me he reconciliado un poquito con mi pasado en las aulas. En el 2008, y buscando metodologías activas para escapar de las cárceles lectoras -hacer fichas, crear circunstancias para mentir sobre las lecturas no realizadas, autocensuras sobre gustos literarios,etc,etc- propuse al alumnado hacer un fanfic en mi blog de aula sobre Lázaro de Tormes.
Y así empecé la historia:
"Sepa, Su Señoría, que cada día era más insoportable vivir con la deshonra de mi mujer. Al salir a vender en los mercadillos, las malas lenguas no faltaban, y El Peque, uno de los pocos amigos que me quedaban, me repitía que cornudo, sí que lo era, pero viviendo a consta del cura de Toledo."
Colaboramos en el proyecto 102 personas, 101 adolescentes y yo que era su profesora.Ahora, cuatro años después,y hace unas semanas mientras charlábamos en la cárcel sobre actividades divertidas para el Club de Lectura, les hablé sobre el fanfic de Lázaro y les hizo mucha gracia.
Es muy probable que continuemos el folletín Sin noticias de Gurb, aterrizando en el patio del módulo 10 del centro penitenciario de Teixeiro.
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